Cuando tenemos un inventario de
productos necesitamos darle rotación (venderlos) pues de lo contrario se originan
costos por almacenamiento o nos quedamos con productos vencidos (fechas de caducidad).
Una salida es vender los
productos a menor precio. Sin embargo, esto no es tan simple, pues no hay un
precio de venta único. Generalmente se diferencia entre ventas al por mayor y
al por menor. Para ventas al por mayor se debe calcular una cantidad mínima
establecida (tres productos, una docena, etc.) que compense nuestro costo de
venta.
Para ventas al por menor el
precio de venta es mucho más alto que al por mayor, generalmente entre 40% a
50% más. Se vende por unidades: uno, dos, etc. Esto ya lo determinamos también
con los cálculos del costo de venta.
Una vez fijados nuestros precios
y en función a nuestro inventario de productos, debemos considerar también
precios especiales para las temporadas festivas: Día de la Madre, Fiestas
Patrias, Navidad, etc. son fechas muy propicias.
De acuerdo a un estudio de Ipsos
Perú realizada entre mayo y junio de este año, a los Millenials (personas entre
21 a 35 años), prefieren principalmente las promociones de “2x1” y en menor
grado: cierrapuertas, tarjetas de descuento y vales de compra. La razón es que
la promoción 2x1 ofrece una ganancia tangible con respecto a las demás
promociones.
Otra manera de hacer atractiva la
venta de un producto es ofreciendo algo “gratis” adicional a la compra, de
preferencia un producto relacionado o complementario. La palabra “gratis” causa
un gran impulso a la compra. No tiene que ser algo costoso pero sí apetecible a
la vista.
Otro tipo de promoción atractiva
es “entrega del producto gratis”, sobre todo si vendemos insumos, esto genera
un gran ahorro de costos para los productores. Se puede determinar un monto
mínimo para la entrega del producto gratis u ofrecerlo en productos específicos.
Conclusiones:
Debemos tener presente que si
bien las promociones tienen ventajas (incrementan la lealtad de nuestro cliente,
aumenta la rotación de nuestros productos) también presentan desventajas. Si lo
hacemos demasiado seguido, nuestros clientes solo adquirirán nuestros productos
cuando estén de oferta y si no hacemos un sinceramiento de costos apropiado y
una buena estrategia de precios, puede dañar la rentabilidad del negocio.